Hemos sabido por la prensa del presunto mal uso, por algunas organizaciones, de subvenciones recibidas de la Junta de Andalucía, destinadas, entre otras cosas, a paliar el paro entre las clases con necesidades de trabajo y de protección social. Al parecer, sisaban de los salarios de los trabajadores a los que empleaban un porcentaje que no han explicado a qué lo dedicaban. Da igual el destino.
Lo importante es que no se destinaba a lo que era el objetivo de la subvención, con lo que presuntamente se estaba engañando, tanto a la propia Junta, o sea a los ciudadanos andaluces, como a los trabajadores a los que se les quitaba algo que les correspondía. Los beneficiarios de dichas subvenciones, al parecer organizaciones afines al partido del gobierno de nuestra comunidad autónoma, tenían las manos libres para usar dichos fondos, bien como organización benefactora de un barrio, en concreto de Córdoba, bien a sus fines partidistas, sin control, lo que supondría una nueva fuente de financiación partidista.
Y de aquí surgen las siguientes preguntas: ¿Estamos ante otra trama parecida a la de los ERE, que sisaba de unos fondos destinados a parados, para dedicarlos a no se sabe el qué? ¿Una nueva trama que posibilita hacer campañas de partido con cargo a fondos de empleo, y otras necesidades de una sociedad con una crisis como la que tenemos encima, presuntamente mal gestionados y controlados?
Los ciudadanos normales estamos cansados de contribuir con lo que nos corresponde, cobrar pensiones bajas y sufrir los recortes, que también se dan en nuestra autonomía, para que lleguen los espabilados de turno a beneficiarse del poco control, al parecer, por parte de la Administración, sobre todo sobre algunas subvenciones otorgadas a organizaciones amigas.
Considero que estoy en pleno derecho de pedirle a la Junta control sobre todas las subvenciones para comprobar que se han ajustado a los fines previstos. Si en este caso no hubiese existido una denuncia desde los trabajadores, ¿habría sido inadvertido el supuesto desvío? Como al parecer no puede existir un control de la concesión de subvenciones a organizaciones afines, que dicho control exista a posteriori de forma que no quede ninguna con la duda de sus objetivos cumplidos.
Lo que me duele a mí personalmente más, es que presuntamente se encuentra implicada una asociación vecinal, y, de ser cierto, también mancha una organización que hasta ahora estaba «más limpia que una patena» y pasará al mundo de la presunta corrupción, pero debe quedar suficientemente claro, que solo de unos pocos. Es por lo que vuelvo a reiterar mi solicitud a la Junta de Andalucía: no solo mayor control sobre lo ya concedido, sino por conceder. Con ello, los organizados y organizadores limpios, nos sentiremos más limpios. H
Paco Nieto. Expresidente Federación de AAVV Al-Zahara
Córdoba