lunes, 27 de enero de 2014

MANDAR Y PRESCINDIR DEL DIÁLOGO

¿Qué le parece el traslado del mercado medieval --ahora romano-- a Miraflores?

Unos legionarios protagonizan un espectáculo de animación en el Puente Romano camino del nuevo mercado junto a la torre de la Calahorra. A.J. GONZÁLEZ
ANTONIO DE LA ROSA (*) 26/01/2014

Durante este fin de semana, se está celebrando el Mercado Romano en el entorno de la Calahorra, organizado por el Ayuntamiento de Córdoba. Este hecho ha levantado la polémica por dos cuestiones: el cambio de formato, antes Mercado Medieval, y el cambio de ubicación, antes en la Plaza de la Corredera.
Por lo tanto el hecho a debatir podríamos centrarlo en dos vertientes, una formal y otra de fondo.
En cuanto al aspecto de forma, una vez más el equipo de gobierno de nuestro Ayuntamiento prescinde del diálogo y confunde gobernar con mandar. No ha habido ninguna reunión, ni para informar ni para tomar la decisión, con los vecinos y vecinas; con los comerciantes, al menos en lo que respecta a la zona sur. El Consejo de Distrito, que es el órgano de representación territorial, ha sido una vez más dejado al margen, y no se le ha hecho partícipe de la nueva ubicación, a pesar de que el Reglamento prevé informe del mismo.
Nos hubiera gustado conocer y participar, para evitar molestias a los vecinos, y porque nosotros sí creemos en la participación. Yo creo que las asociaciones vecinales del Campo de la Verdad deberían haber participado.
En cuanto al fondo, no sabemos por qué una actividad como era el Mercado Medieval, que estaba consolidado, se cambia por otro romano; parece ser que se sigue ese afán por acabar con todo lo que huele a iniciativa de anteriores equipos de gobierno. El Mercado Medieval, que era manifiestamente mejorable, era una actividad que tanto en fecha como en lugar era aceptado por los cordobeses, sin saber realmente a qué se debe el cambio, lo de la falta de seguridad suena a excusa. Lo esencial no cambia, solo el nombre y la vestimenta de los figurantes, lo demás, puestos de comida y artesanía.
Esperemos que esta nueva ubicación no perjudique al entorno de la Calahorra, y a la parte baja del Campo de la Verdad, que tendrá que soportar, al igual que en la feria, coches aparcados encima de la acera, y colapso del tráfico en Avenida de Cádiz y alrededores; que no sufra deterioro el Puente Romano, el Parque de Miraflores, recién remodelado, para lo que hay que apelar al civismo de los cordobeses, y, por supuesto, que no se convierta en un macrobotellon a orillas del Guadalquivir.
Al menos que sirva para que los comercios (bares y restaurantes fundamentalmente) de la zona puedan aumentar sus ventas que en tiempos tan difíciles les vendrá bien.
Y un deseo, que en próximas propuestas que afecten a un barrio o a un Distrito, se escuche y se haga participe a los agentes sociales y económicos ubicados en el mismo, si es que realmente es verdad lo que se dice: que se cree en la participación ciudadana, porque se puede gobernar dialogando, o mandar imponiendo.
* Presidente del Consejo de Distrito Sur