Juan Andrés de Gracia (Córdoba, 1962) recibe en el bar San Pablo, esquina con Capitulares. Desde allí, De Gracia ha compartido tertulias con alcaldes, concejales, funcionarios, trabajadores públicos, sindicatos, vecinos, comerciantes, periodistas… que casi siempre han girado en torno a la política municipal, al Ayuntamiento, a la Junta o al Congreso. O a los problemas de los vecinos.
Gran conversador, Juan Andrés de Gracia es profesor, pero muchas cosas más. Ha sido concejal, asesor, columnista, directivo de la Federación de Vecinos (que es lo que más se siente, confiesa: “vecino” antes que político) y ahora acaba de ser elegido presidente del Consejo del Movimiento Ciudadano. Políticamente, De Gracia se sitúa en la izquierda, pero mantiene buena relación con todas las fuerzas políticas de la ciudad, que lo tienen en cuenta, le preguntan y le escuchan.
Es un día de finales de julio y en la calle Capitulares, al mediodía, hace un calor insoportable. Nos sentamos dentro, en una mesa del San Pablo en la que ha compartido tantas tertulias y en la que tapeamos con vino y cerveza. Empezamos como si no hubiera una grabadora y un fotógrafo, como si fuese una de esas conversaciones más de Juan Andrés de Gracia en Capitulares.
PREGUNTA. Aquí estamos, en el Ayuntamiento.
RESPUESTA. En frente del Ayuntamiento. En un sitio al que yo le tengo mucho aprecio, por haber estado aquí muchos años debatiendo y conociendo a mucha gente. Aquí hemos tenido unas tertulias muy agradables sobre la ciudad.
P. Y has pasado por todas las trincheras.
R. ¿Las trincheras por qué?
P. Gobernando, en la oposición, como vecino.
R. Gobernando poco. En la primera parte estuve gobernando en temas de juventud pero era una cuestión menor. Luego he estado en la oposición cuando me tocó y esencialmente he estado en la labor de trabajo colectivo vecinal, que es el que más me agrada y con el que más identificado me siento. Pero gobernar, nunca me he sentido haciéndolo.
P. ¿Qué es el movimiento vecinal? ¿Oposición o gobierno?
R. Se empeñan en situarnos en la oposición.
P. Pero los vecinos hacen propuestas de gobierno…
R. Sí, pero sientan muy mal. El concejal que ha pasado por unas elecciones se considera imbuido de un poder derivado de la decisión de los votos, aunque tengan como bandera la participación ciudadana. Les cuesta mucho trabajo. Cuando les han votado y el ciudadano les sitúa en un sillón de Capitulares o en un escaño de la Junta de Andalucía, les cuesta mucho trabajo dar participación y aceptar que tienes que negociar después con los vecinos, con los ciudadanos, con los clubes deportivos, con los padres y madres de los colegios… Entonces, normalmente nos colocan en la oposición. Y a los vecinos más todavía. PARA LEER ENTREVISTA COMPLETA HACER CLICK AQUÍ. PUBLICADO POR ALFONSO ALBA EN CORDÓPOLIS EL 07/08/2016
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